A LAS PUERTAS DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Klauss Schwab, fundador y presidente  ejecutivo del Foro Económico Mundial, dice: “Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos”.

Image: REUTERS/Wolfgang Rattay – D1BETHKETMAA

Prepararnos para ello es apostar por un futuro de éxito, empresas y trabajadores. En un entorno tan cambiante, donde la incertidumbre se apodera del futuro, una buena planificación de la empresa, y de los estudios a realizar por parte de los trabajadores, es una apuesta segura, de crecimiento y mantenimiento en el mercado.

De una manera objetiva, observamos lagunas en la formación Española, hay muchas personas con una formación muy escasa, lo que condena a muchas limitaciones a la hora de entrar al mercado laboral, o mantenerse en él. Si a esto le sumamos el desconocimiento de las nuevas tecnologías, la desaparición de muchos oficios, y la creación de nuevos, debemos ponernos manos a la obra ya: reciclarse es prioritario.

Como organización: Planificar la formación de los trabajadores. ¿Hasta dónde queremos llegar?, ¿Qué capital humano necesitamos para llegar? Que tengo ya y cuáles son las necesidades de la empresa.

Como trabajador: prepararte para los trabajos con más demanda asegurándote un puesto de trabajo. Oficios más demandados: especialista en representante de ventas; operador de drones; expertos en sistemas de información; ingeniería bioquímica, en nanotecnología y robótica; analista de datos; inventor aplicaciones digitales; comunity manager.

Nos queda poco tiempo para llegar al 2020, Alex Gray, escritor del Sistema Financiero Global, ha marcado 10 destrezas esenciales para los futuros trabajos:

Resolución de problemas complejos:  Los problemas no son obstáculos, sino oportunidades. Siempre te encontrarás con algún problema, sea sencillo o complejo. Es inevitable. La solución está en el manejo del problema. En los empleos de la cuarta revolución industrial, es esencial poseer esta destreza. Lo importante es no bloquear la mente. Búscale la vuelta a tu problema, y ejecuta tu trabajo de forma exitosa.

Pensamiento crítico: Hay dos factores claves en el pensamiento crítico: la lógica y la razón. Empléalos correctamente, y verás cómo te distingues de los demás.

Creatividad: La empresa es un canvas. La tecnología es un pincel. Las ideas son la pintura. Atrévete a pintar y crear una obra maestra.

Manejo de personas: No importa cuan automatizada sea una compañía, hay que reconocer que una empresa no es nada sin sus empleados. Como empresarios, debemos saber cómo motivar y maximizar la productividad de los empleados.

Coordinación con otros: Dicen que el Imperio Romano no se construyó en un día. Yo concuerdo, y añado: El Imperio Romano tampoco se construyó solo. La cooperación refleja una destreza de comunicación crucial dentro del emprendimiento de un negocio. Es esencial saber cómo trabajar con otros de manera eficiente.

Inteligencia emocional: Destrezas como la persuasión y liderazgo son aspectos que los robots no pueden dominar. Aprovéchate de eso. Gerentes y CEO estarán en la búsqueda de las destrezas sociales que la tecnología no posee.

Juzgar y tomar decisiones: ¿Cómo sabremos cuál será la mejor decisión al trabajar en una empresa automatizada? La respuesta es sencilla. Estudiando. Para tomar decisiones, es imperativo tener un amplio conocimiento de lo que estás haciendo. Solo así, podrás juzgar y tomar una decisión eficiente para el progreso de tu empresa.

Orientación de servicios: A pasos de adentrarnos en la revolución 4.0, la orientación de servicios, específicamente tecnológicos, va a ser más importante que nunca. Muchos empresarios buscarán talentos que cumplan con una gama de conocimientos variados, en donde puedan orientar a otros en el proceso.

Negociación: La negociación es una destreza que nunca pasará de moda. La habilidad de negociar con tus colegas, clientes y jefes será vital dentro de la época automatizada que nos espera.

Flexibilidad cognitiva: El razonamiento es esencial para la productividad de un individuo. Mientras más agilidad poseas al cambiar de un concepto a otro, mayor nivel de flexibilidad cognitiva tendrás.